Las fuentes de
las que nos apoyamos lograr una mejor certeza de lo que fue el desarrollo de la
danza son varias, tales como los códices, pinturas y esculturas de piedra o de
cerámica que estudia la arqueología. Los instrumentos que se encontraron de
aquellas épocas o sus reproducciones; las crónicas y escritos de los hombres que participaron en la
época de la Conquista; las danzas actuales en las comunidades indígenas
disfrazadas con nombres cristianos, en sus ceremonias religiosas, cívicas y
rituales.
Una
característica que es esencial en las danzas prehispánicas es el acentuamiento
del ritmo, lo repetitivo que era y lo importante en la danza y la música. Se les daba
mucha importancia a las danzas como parte de lo que era el culto, porque eran
como plegarias y rituales mágicos, con ellos aseguraban el regreso de las
lluvias, las buenas cosechas, el hecho de que el sol saliera todos los días, el
que tuvieran su alimento todos los días, etc. Existían muy duras y feroces con
las fiestas más poéticas con honor a las flores y a varios tipos de dioses.
El llamado a la
fiesta popular la daban el sonido de los huehuetls (cilindro hueco parado
verticalmente cuya parte superior estaba cubierta por una piel estirado lista
para producir un sonido sonoro como el de un tambor que era tocado con las
palmas de las manos),a los que se les unían otro tipo de instrumentos que
tenían decoraciones que representaban figuras humanas o animales, que se
colocaban horizontalmente para golpearlos con los bolillos forrados de ulli,
sobre dos lengüetas abiertas en la parte superior del instrumento, con ranuras angostas.
Ya cuando llegaban al lugar de la fiesta de dejaban oír todos los instrumentos
y toda la gente comenzaba a bailar y hacer toda clase de danzas.
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